Con esta divulgación de información, la compañía quiere demostrar que es sencillo medir y tomar medidas para reducir las emisiones de metano con un llamado a la acción a los responsables políticos y las empresas.
Upfield, la compañía de alimentos a base de plantas más grande del mundo que cuenta con marcas como Tulipán, Flora, ProActiv o Violife, se ha convertido en la primera gran empresa del sector de la alimentación y la agricultura en divulgar públicamente sus cifras corporativas de emisiones de metano, haciendo un llamamiento al resto de actores del sector para que sigan su ejemplo.
Para realizar este análisis de sus emisiones y establecer un plan para la reducción de este gas, Upfield ha colaborado con los expertos en sostenibilidad Anthesis que han desarrollado una metodología específica, disponible en la web de Upfield a través de este enlace, de modo que se permita así realizar una divulgación consistente y generalizada del metano en el sector alimentario. Esta revela que actualmente el metano forma el 7,5% –0,237 millones de toneladas métricas de CO2e– del total de gases de efecto invernadero de la compañía, y la mayoría proviene de la producción de ingredientes (emisiones de “scope 3”).
VIOLIFE un producto para consumir vegano



Tras evaluar las principales fuentes de sus emisiones de metano, Upfield está avanzando hacia la eliminación de los productos lácteos de sus cadenas de suministro globales en los próximos años. Los productos lácteos representan alrededor del 1% de los ingredientes de Upfield en peso, pero son responsables de un desproporcionado 8% de las emisiones de gases de efecto invernadero, una gran proporción de las cuales son emisiones de metano.
Upfield hace un llamamiento al sector para divulgar sus emisiones de metano
Upfield insta a otras compañías de alimentos y bebidas a seguir su ejemplo y medir y reducir sus emisiones de metano también. Si bien reconoce que su huella es más pequeña gracias a la producción de productos a base de plantas, Upfield pide a las compañías de alimentos y bebidas que hagan un esfuerzo conjunto y público para reducir sus emisiones de metano a través de métodos que incluyan la diversificación de las ofertas de productos sin carne ni lácteos, la innovación en los métodos de producción y un cambio del uso de combustibles fósiles a energía renovable.
Para examinar las emisiones y establecer un plan para la reducción de este gas, Upfield ha colaborado con los expertos en sostenibilidad Anthesis.
El objetivo de Upfield al examinar y eliminar su huella de metano es demostrar al resto de actores que es posible y sencillo, y utilizar esta divulgación de información como un llamado a la acción para que los responsables políticos y las empresas después de la COP26 promuevan la divulgación generalizada de metano.

El sector de la alimentación y la agricultura, los mayores emisores de gas metano
En la actualidad el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) reclama una reducción de las emisiones de metano del 45% para 2030 con el fin de no superar los 1,5ºC el calentamiento global. Por ello, Upfield ha pedido transparencia corporativa y colaboración al sector con un objetivo común: proteger la salud del planeta. El metano tiene un potencial de calentamiento 80 veces superior al del CO2 en un período de 20 años, lo que lo convierte su reducción en una prioridad.
Durante la COP26, los compromisos de reducción de metano se centraron principalmente en la industria del petróleo y el gas, mientras que otras industrias que emiten más metano como la alimentaria y la agricultura, no se abordaron.
Según la ‘Coalición Clima y Aire Limpio’ y la Evaluación Global del Metano elaborada por el PNUMA (2021), el sector agrícola es el mayor generador de emisiones antropogénicas de metano, representando el 40% de las emisiones mundiales. En concreto, las emisiones del ganado procedentes del estiércol y la fermentación entérica (eructos y pedos) representan aproximadamente el 32% de las emisiones totales. Es destacable que durante la COP26, en noviembre de 2021, los compromisos de reducción de metano se centraron principalmente en la industria del petróleo y el gas, mientras que otras industrias, como la alimentaria y la agricultura, no se abordaron.
“Durante la COP26 se comenzaron a tener importantes discusiones sobre la urgencia con la que necesitamos abordar la reducción de emisiones de gas metano por su contribución a la crisis climática. Sin embargo, el foco se puso exclusivamente en los combustibles fósiles, mientras que el sector de la alimentación y la agricultura apenas se mencionó. Estamos revelando nuestra huella de metano para sentar un precedente para la transparencia sobre este gas en el sector alimentario. Queremos ayudar a establecer una metodología para medir y divulgar las emisiones de metano, y alentar a la acción para reducir rápidamente este gas dañino de efecto invernadero”.
Sally Smith, directora Global de Sostenibilidad y ESG de Upfield
El metano tiene una vida media mucho más corta que el CO2, pero un impacto mucho mayor a corto plazo. Reducir las emisiones de metano actuales contribuiría de este modo a un cambio medible y con impacto en la próxima década, ya que el calentamiento a corto plazo tiene su repercusión en el calentamiento a largo plazo. Por eso la mitigación del metano es tan crucial para alcanzar los objetivos más amplios de reducción de gases de efecto invernadero.

“Reducir el impacto del metano de nuestra dieta es una de las cosas más fáciles que podemos hacer para abordar el cambio climático a corto plazo. Estudio tras estudio se ha demostrado que comer una dieta basada principalmente en plantas es mejor para nuestra salud y mejor para el planeta. Nuestros especialistas agrícolas y de la cadena de suministro, respaldados por nuestros equipos de Net Zero, dan la bienvenida al desafío de trabajar con empresas como Upfield que quieren liderar el camino”.
Tim Croker, fundador y managing consultant de Anthesis
Upfield y su compromiso con la sostenibilidad
Upfield ya divulga públicamente su huella general de gases de efecto invernadero y ha establecido objetivos para reducir su huella total en un 25% para 2030 y ser libre en emisiones para 2050. Además, la compañía se ha comprometido a ser 95% libre de plástico para 2030 y a introducir el etiquetado de carbono en 500 millones de productos de sus margarinas vegetales para finales de 2025, para ayudar así a los consumidores a tomar decisiones de compra informadas sobre el impacto ambiental de los alimentos que consumen.
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